Entre Oro y Mariposas blancas

Hay nostalgias irremediables
que solo sobrevives con recuerdos entrañables.
Pérdidas tan sensibles que nunca sanan,
solo aprendes a vivir con ellas con cierto consuelo.

Consuelos creados con formas mágicas
sistemas de comunicación que te permiten sobrevivir,
diálogos y peleas que atesoras en la memoria,
y en los tiempos difíciles los abrazas
hasta que puedes caminar de nueva cuenta.

Dos años de tu partida y no hay día
que se te recuerde con alegría.
Hoy puedo llorar libremente,
sin sentirme juzgada.
Hoy, te siento más cerca que nunca,
te haces presente en cada zancada,
en cada duda,
en cada esfuerzo en donde
rebaso un nuevo límite.

Después de ti, entendí que en la vida
siempre habrá alguien que te reta a sacar
tu mejor versión,
en mi vida has sido tú.

La nostalgia de las peleas que solíamos tener,
me han hecho crear un sistema de diálogo contigo,
me funciona y me alienta cada que flaqueo,
mágicamente te haces presente en acordes musicales,
esos que sonaron al cruzar la meta de nuestro maratón,
y a veces me sorprendes acompañándome
a mi paso con alas blancas de flor en flor,
cuando he hecho un buen entreno.

Hoy y siempre...
Hasta el último aliento
con Orgullo y Serenidad Pachón.