martes, 9 de diciembre de 2014

Lo que descubrí y vi en noviembre II y diciembre mientras me preparo rumbo al reto


Y en la segunda mitad de noviembre con toda la emoción del encuentro con el yoga después de seguir buscando las alternativas al entrenamiento para el reto, encontré toda una guía increíble de un reto por 20 días y 20 ásanas, me emocioné tanto al encontrarlo y que ya podía con más facilidad hacer el primer vídeo, que decidí intentar a hacer este vídeo y sus 20 ásanas y con la novedad de que no pude con todo lo que viene en este.


Así que me dije: "A ver Mini, relájate, hay que aprender de a poco, tienes cierta facilidad para la elasticidad, misma que te ayudó el ballet de niña y los entrenamientos de tocho, pero no te azotes", así que decidí compartirlo de todas formas, pero con la mira de después del reto lo retomaría, y continúe con el anterior hasta perfeccionar mis posturas y que me ayuden a fortalecer.

Lo increíble es que así fue, seguí con mis entrenamientos de corridas y haciendo de dos a tres veces por semana la rutina de yoga, dejé de preocuparme por querer hacer fuerza en el gym y con sentadillas, desplantes etc. ya que por ahora no me venían bien, dejé el gimnasio, continúe con el tratamiento del quiropráctico, y comencé a sentirme cada día mejor, más tranquila y convencida, aunque he de confesar que de repente me asaltaban las dudas, pero rápido me daba mi cocowash y me enfocaba de nuevo.

Y llegó el día de mayor distancia, el ensayo del maratón en 30 kilómetros, había decidido hacer la distancia en sábado para descansar el domingo y el lunes ir a la valoración y posible última terapia a las rodillas. Aun cuando toda esa semana me la pasé sintiéndome genial, sin molestias, hice mis entrenamientos en la semana de corridas y las sesiones de yoga, pero aun con eso seguía sintiendo miedo, caminaba con cuidado, subía y bajaba escaleras con cuidado y no dejaba de pensar en no recaer y que las piernas me aguanten hasta el gran día.

Desde el día anterior preparé mi ropa, no me complique en buscar ruta y decidí ir a mi viejo conocido amigo de entrenamientos de distancia, pues me hace sentir segura y no estaba para retos más complicados del que ya tenía, además mi parejira de vida había enfermado y tenía que estar en reposo así que no me acompañaría en esta ocasión.

Me levanté temprano, desayuné, y me lancé dispuesta a tener mi entrenamiento, me sentía rara pues me había acostumbrado a la compañía de mi parejita, sin embargo, también me sentía relajada y un tanto aliviada, pues recordaba el entreno de la distancia del primer maratón y la forma en que sufrí que me hacía sentir un poco de miedo pero sabía que solo de mi dependía el lograrlo.

 Nuevamente decidí probar el outfit, al menos la playera, ya que por la que me inclinaba a llevar me había incomodado en un entreno, así que decidí probarla de nuevo para definir. El clima de los días anteriores se había sentido un tanto frío, por lo que llevé mallas, compresores, mangas térmicas, buff y un chaleco, decliné la idea de llevar cinturón de hidratación o cilindro, no quería cargar, hay puestos en la pista y pensé que si me daba sed en el kilómetro cero podía parar a compra un agua, también continúe en la necia de querer usar los tenis asics y que olvidé ponerles la plantilla extra, eso me pasaría una dolorosa factura.


Llegué al Bosque, y con la sorpresa de que había de nuevo una carrera de la policía, calenté un poco, me preparé y comencé el entrenamiento, de nuevo sin música, solo el crono y lo que me durará del GPS que nuevamente se apago, esta vez comencé no en el km. 0, corrí por la orilla para no estorbar a los competidores, comencé con mi propio paso y pronto llegué casi al kilómetro dos cuando de repente se me acerca un corredor y comienza a hacerme platica, me pide mi autorización para correr conmigo, argumentando que el ritmo que llevaba le ayudaba a él para terminar su entrenamiento, acepté y se hizo la plática por casi 5k, sin darme cuenta me jaló a su ritmo, imagino que el acelerar al inicio fue motivo el que me afectará al final, de cualquier forma fue agradable, me ayudó a enfocarme y dejar de extrañar mi entrañable compañía, nos despedimos en donde yo inicié, y se quedó hasta la tercer vuelta por ahí caminando y viendo pasar a los corredores, en cada vuelta me alentó. Confieso que hubo un momento que me sentí nerviosa y temerosa, afortunadamente solo fue mi imaginación y fue una grata experiencia.

Al platicar y acelerarme hizo que pospusiera el hidratarme, lo hice hasta el kilómetro 16, me apuré mucho a tomar agua, me provocó dolor de caballo, lo controlé un poco, también desde hace varios kilómetros atrás comencé a sentir el anuncio de una ampolla, llegué a la media distancia, y no aguanté más, decidí para para revisar, y efectivamente ya tenía la ampolla, apliqué vaselina y entre los kleenex que llevaba encontré un vendaje que llevé al maratón y no ocupé, agradecí encontrarlo, me lo apliqué y ayudó un poco, pero el daño ya estaba hecho.

Continúe con el entrenamiento, pero la molestia comenzó a desconcentrarme, además el clima fue todo lo contrario, hizo mucho calor, el sol estuvo fuertísimo, así que esos últimos kilómetros fueron de los más pesados nuevamente, pero a cambio encontré gran porra en corredores mayores que me alentaban mucho al cruzarnos, supongo que veían mi cara desencajada, también me ayudó que hubo un evento con banda de rock y juegos a la entrada del bosque y que abarcaba un gran tramo, así que distrajo mi mente observar la fiesta al pasar por ahí. Llegué a la marca de los 30k, troté un poco y regresé, moría de sed, fui a uno de los puestos y pedí un suero que me vino de maravilla, comí mi barrita energética, y me premié con unas papas que se me antojaron, caminé a un prado para estirar y descansar, me quedé un largo rato descalza y observando a los que pasaban, el clima cambio, el frío comenzó y se nubló, alenté a mi adolorido y cansado cuerpo a irnos de regreso a casa a donde llegué cojeando, pues me había ampollado aún más. Aun cuando sufrí físicamente esos kilómetros, me sentía tan feliz y extrañé tanto la cámara pues vi cosas lindas que desee fotografiar.

Me sentí genial la semana siguiente e hice mis entrenamientos y yoga en mi pistita, pero había que proteger las ampollas y una uña machucada. la última distancia de 14k la hice en mi querido Viveros, me torcí el tobillo izquierdo, me sentí pésimo, no fue mi día, terminé muy cansada y con ganas de tirar la toalla, pero me di la oportunidad de encontrarme con el yoga en un prado muy lindo y asoleado, el BBtuti, me acompañó y espero pacientemente en una banca a que terminará. Solo hice dos corridas más en mi pista pues se resintió la rodilla así que solo yoga practiqué, la última de estas me invitaron a hacer ruta los compañero corredores y me despedí de ellos, me desearon suerte. Había concluido el entrenamiento hacía el reto, solo restaba preparar el equipaje, tomar el avión, correr e ir por mi medalla, me sentía lista con todo y mis limitaciones, sabía que lo lograría.

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