lunes, 22 de diciembre de 2014

Conquistándome de nuevo


Cuando trato de escribir acerca de mi segundo maratón, lo primero que me viene a la mente es esa frase que dice: "Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes" y esta viene tan bien a esta nueva experiencia como al resumen de todo el año, todo lo que había visualizado no ha salido en la misma forma de la visión, sin embargo, ha sido tan increíble como si se hubieran cumplido tal cual mis planes. Lo cierto es que en todo en la vida es actitud, aun cuando todo parece ir completamente mal y sientes en la mera cumbre de la "crisis" que se te está castigando, cuando en realidad tan solo se te brinda la oportunidad de tener un nuevo enfoque de construirte un nuevo TÚ.

Y así pasó... mis planes eran hacer dos maratones, uno de ellos con RP, romper mi RP en medio maratón. Y cuál va siendo mi sorpresa que este año sería diferente, pues tuve que luchar desde el inicio con lesiones, una por desidia de no atenderla desde el maratón pasado, tuve una tendinitis por más de seis meses en el tibial posterior, que me obligó a parar por un mes completo de correr después de regresar de Tajín, era muy doloroso después de correr y no se diga a la mañana siguiente, hasta que me fue imposible soportarlo y tuve que atenderlo, lo cual me saco de correr y entrenar en la forma en que estaba acostumbrada por cerca de tres meses, cuando creí que ya estaba lista me sorprende otra "lesión" igualmente por desidia, comencé con lo que a muchos y más siendo corredor estamos expuestos, el desgaste articular en una de mis rodillas, me obligó a buscar de nuevo atención, no si antes mantenerme en la necia de que podía seguir corriendo, lo mismo que me provocaba más inflamación y molestia. Al atenderme, resulta que tenía mal las dos rodillas de tiempo atrás, me las atendieron y por fin le di atención con los suplementos que debemos tener para prevenir el desgaste natural. El tiempo del primer maratón me alcanzó y no pude prepararme para él, así que no pude correrlo completo. El tratamiento fue largo y el tiempo se venía encima para la fecha del siguiente maratón, no quería que me pasará lo mismo, eso me obligó a relajarme y buscar alternativas de entrenamiento y de la visión del correr. 

Cuando tu mente se encuentra lista, se te presentan las opciones (1, 2, 3, 4 y 5) que te guiarán a las alternativas, que quizá se salgan un tanto o un mucho de lo que la mayoría, más sin en cambio para ti son perfectas y eso es lo que cuenta. Y con toda esa nueva visión comenzó la nueva aventura...

Lo cierto es que de nueva cuenta me enfoqué a que concluiría de nuevo el maratón, nunca dudé, claro que siempre te vienen las preguntas, pero muy en el fondo de ti estás convencido de que lo harás, me relajé por completo con el tema de tiempos y el tema de caminar-correr, dejé de menospreciar la idea y valoré el concepto. 
Llegó el día de emprender el viaje, cabe mencionar que sería mi primer viaje en avión, que hasta el mero día de subir lo pensé, todo esa experiencia sin novedad, me encontraba completamente enfocada en el reto, tomamos el vuelo mortal de las cuatro de la madrugada, se retraso poco más de una hora, pues había un banco de niebla en el aeropuerto de Monterrey, al comprar los boletos me pareció viable, no imaginé lo que repercutiría en sacrificio de horas de sueño, nos encontramos a corredores en el aeropuerto y compartimos taxi al hotel, llegamos a las siete y pico de la mañana, y con la novedad de que la habitación nos la entregarían hasta las tres de la tarde, y yo ya moría de hambre y sueño, preparé el equipaje con avena, chía y arándanos para no pasar hambre, eso me ayudó bastante pues todo para comer nos quedaba lejos, al menos lo que se nos antojaba. Nos registramos, resguardamos equipaje y nos dirigimos a la expo, el hotel lo escogimos enfrente de donde sería el arranque, así que para llegar tan solo era cruzar un puente y estábamos en la expo en el Cintermex.

La expo sencilla y pequeña pero muy ambientada, bien organizada la entrega de números, ágil y en forma, de inmediato revisé mi número que estaría impreso con mi apodoMINI, amé el color del diseño. Ya listos con paquete en mano nos dispusimos a recorrerla, tomarnos fotitos por aquí y por allá, tomar regalitos y el plan de tomar las conferencias cambio, pues aún moría de hambre y sueño, nos fuimos a Chilis tomando el descuento que otorga el hospedarte en en Antaris, por cierto muy rico el desayuno, hicimos una sobre mesa larguísima para descansar un poco en lo que nos entregaban la habitación, salimos de ahí como a las dos, decidimos esperar la habitación en el lobby del hotel en los cómodos sillones lo cual ya no fue necesario pues la habitación ya estaba lista, subimos a dormir un rato.




De nueva cuenta, en un viaje de carrera, se me atravesó trabajo, en esta ocasión me apoyó mi valiente Pata y ella se hizo cargo del evento, yo la semana previa le resolví todo, insumos, transporte, contratación de personal, le dejé todo empaquetado ya listo para el evento, la experiencia de la vez anterior sirvió, y en esta ocasión salió viento en popa, claro que no se deja de tener el nervio natural, pues es mi negocio y era con un cliente muy especial. Salimos a verificar el pago del evento y dar las últimas instrucciones a mi equipo, decidimos caminar un poco por Parque Fundidora por fin encontramos el Paseo Santa Lucía, buscamos qué comer pero nada sustancioso al menos para mí, comencé a enojarme porque ya quería comer y quería descansar, así que decidimos ir al restaurante que le habían recomendado al BBtuti Los Generales Buffet para poder llegar tomamos taxi pues quedaba lejos, llegamos a la merienda, ya no alcanzamos la hora de comida, pero igualmente rico y más económico, me sorprende la dinámica que hay ahí, claro es la normal del buffet, pero hay personas que lo contratan para evento como incluso boda, en el tiempo que estuvimos ahí vimos a dos novias compartiendo el recorrido del buffet con el grueso de los comensales, les aplaudimos y los felicitamos todos los presentes. En ese tiempo comí pero me sentía nerviosa, pues justo a esa hora era el evento en México. Terminamos de comer y tomamos el taxi de regreso al hotel, no lograba comunicarme con mi equipo, pero aún así me sentía tranquila, sabía que todo iba bien. Subimos a nuestra habitación, comencé a preparar mis cosas para el Maratón, terminé muy rápido pues todo lo llevaba muy organizado y aún sentía cierta ansiedad, decidí hacer mi sesión de yoga para relajarme, me di mi tiempo de hacer cada ásana y aproveché para visualizar la competencia, repetirme y convencerme aún más de que estaría bien y me iría genial.

Logré comunicarme con mi equipo hasta las 11 de la noche, ya supe que todo estaba bien, me relajé y me enfoqué a lo que seguía, me metí a  bañar y decidí quedarme un rato en la tina con agua bien caliente, y  la magia del maratón surgió, toda la tarde sentí molestia en mi rodilla, y saliendo de la tina, las cosas cambiaron por completo, el BBtuti ya estaba dormido, yo todavía me sequé el cabello y me peiné, me acosté en mi cama, por cierto, súper cómoda, me dormí cerca de la una, la alarma la había programado a las 5:00 am., la programé meses antes, con una canción que me encanta su letra, y que en los tiempos en que dudaba acostumbraba tararearla, me puse un mensaje específico para ese día, y me despertó esa canción, en cuanto abrí los ojos, me sentí completamente feliz y descansada aun cuando solo había dormido cuatro horas y llevaba a cuestas un gran desvelo la noche anterior.

 Comencé a prepararme para la carrera, ir al baño, arreglarme, peinarme de nuevo, llenarme de vaselina y vendajes a mis pies para evitar ampollas, , pues ahora me dieron mucha lata, desayunar mi yogurth con avena, chía, y arándanos, hacer mi ritual del espejo y repetirme las palabras que me dijo Saramaria la vez pasada "ERES GRANDE FUERTE Y PODEROSA", orar y encomendarme a la Virgen. Salimos de la habitación a las 6:30 aproximadamente, bajamos al lobby, tomé un plátano y comí un poco, nos atravesamos al Cintermex y la fiesta ya había comenzado, los corredores se enlistaban, un grupo de corredores (que no correrían el Maratón) eran entrenados y estaban muy motivados, caminamos siguiendo el sonido y alcanzamos a ver el arco de la salida con proyecciones de imágenes, llegamos al punto en que parecía que solo los corredores con número pasarían. El BBtuti también estaba inscrito pero esta ocasión no podría correrlo, pues había enfermado un mes antes y se complicó bastante, casi hasta tener bronquitis, estuvo en reposo y apenas una semana antes comenzaba a recuperarse, por lo mismo decidimos que no correría completa la competencia (aun cuando en esa misma mañana él mismo se tentó a correr el maratón completo) quedamos en que me esperaría faltando poco más de 10 kilómetros para ayudarme a cerrar mejor. Me despedí de Leo, me deseo éxito, yo le dije, "es un hecho que lo logro", me dirigí al corral con la emoción a todo lo que daba en mi corazón, pero con la mente fría y enfocada.

Entré al corral, en esta ocasión no estiré, solo traté de aflojar un poco los músculos y lubricar articulaciones, busqué un lugar más cercano al arco de salida y se escuchó el anuncio de inicio y el himno nacional, mi corazón sonaba muy fuerte y en el fondo escuchaba el discurso de inicio, algunas palabras me sacaron las lágrimas, sonó el disparo seguido de fuegos artificiales en el arco, tomé fotos, me tomé foto y disfruté todo el momento mientras caminaba hacia la salida, guardándolo en mi corazón y memoria.

Pasé el arco de meta y los tapetes, inicié mi cronómetro, había decidido correr lo más austera posible, sin app, sin música, solo el crono para ir marcando el método Osler, había hecho ya el plan de hacerlo cada 45 minutos incluyendo la caminata de tres minutos, avanzando aproximadamente poco más de 5k por cada tiempo, ya tenía establecido el paso que me permitiría avanzar sin lastimar más a mis rodillas y así lo respeté.

Le tenía miedo al frío, y me llevé las mangas térmicas y el buff, el clima fue cálido, pero aun así yo decidí conservarlos, pensé si me acaloro me las quito y las cuelgo de la cangurera y el buff me lo pongo en el cabello, pasamos por la entrada principal por un costado del Cintermex, salimos a la calle y pasamos enfrente de nuestro hotel, al primer kilómetro ya me sentía arrepentida de los accesorios, pensé, "¡ojalá logre ver a Leo para entregárselos!", llegamos casi al kilómetro dos y me sentía mas acalorada y comenzaba a molestarme la humedad, vi una salida del Parque Fundidora en donde la porra salía del parque, pensé, "ojalá Leo se viniera para acá", afortunadamente así fue, lo vi a él primero y de inmediato me atravesé para dejárselos, darle un beso y decirle nos vemos al rato. Comencé mi carrera, a mi paso, y disfrutando el ambiente de los corredores y porra, viendo el entorno, dimos vuelta por el perímetro de Fundidora y llegamos a la Av. Constitución, ahí estaba más marcada la pendiente ascendente y en un descuido por voltear pisé mal y sentí cómo trono mi tobillo izquierdo, comenzó de inmediato a doler, me enojé y asusté, paré y comencé a girarlo, me dije, "¡tonta, ENFOCATE!", tomé aire y seguí corriendo, afortunadamente solo fue un pequeño susto, no tuve molestia alguna posterior.

Pronto llegamos al kilómetro cinco, en donde lo identificaba por un retorno en pendiente muy pronunciada parecida a la del retorno en chivatito acá en México, la sentí, pero le eche ganas a la subida, llegamos a la Avenida Revolución y no eran tan pronunciada la pendiente hasta el kilómetro 10, a partir de este sí se comenzó a sentir más pronunciada, ahí tuve que hacer escala técnica (baño), ya había hecho mi primer caminata, perdí casi tres minutos en esta parada, pero seguí el plan de hasta los siguientes 42 x 3 minutos de trote-caminata. Pronto llegamos a la avenida L. Cárdenas, recién llegando al kilómetro 16 revisé el celular, pues de lo que gustaba tomaba fotos, me percaté de una llamada perdida de Leo, le marqué, me avisaba que ya se encontraba en el kilómetro 25 esperándome, decidió caminar a contra flujo para encontrarme, a partir de ese kilómetro las pendientes eran más pronunciadas, y yo ya comenzaba a sentir hambre, había porras muy lindas, unas dedicadas especialmente para la mujer, la porra de Arca Continental algunos eran muy divertidos, pero a comparación de México la porra es menor, y sí comencé a perder un poco el enfoque por el hambre que ya sentía, encontré puestos de voluntarios con kisses y plátanos, tomé de lo que pude para mitigarla.




 Pronto llegué a la zona más difícil, yo la comparo con Santa Fe de, la ciudad de México, hay una curva casi por el kilómetro 20 para entrar por Fundadores en donde las pendientes están más pronunciadas, ahí encontré una linda persona que estaba dando chocolates le pedí y me dio un generoso puño de ellos, me vinieron de maravilla, tenían cacahuate y chocolate, terminamos ese retorno y comenzaba la pendiente más pronunciada para entroncar con la Avenida Valle, ahí alcancé a ver a lo lejos a Leo que ya venía caminando a contra flujo, le grité y corrió tomándome fotos, se incorporó a mi paso y le anuncié que en pocos minutos caminaba-trotaba de nuevo, pasamos la marca del kilómetro 21 y apliqué el método Osler, ya sobre la Av. Valle, me fue cuidando mucho, me llevaba plátano, pues conoce mi reacción al hambre, me vino de maravilla, más adelante habían más voluntarios, tomé plátano con miel y chocolates, de repente en un paso a desnivel pasamos por una tienda de mini cooper y me tomo foto de "La MINI en mini Valle" continuamos corriendo y pronto llegamos a una de las zonas más bonitas de la ruta, la Avenida H. Lobo, muy fresca y arbolada, con muchos corredores y la porra específica del club de la zona la cual cumplía sus XV años y muy animosos nos apoyaban a los que pasábamos por ahí.

Me daba cuenta que estaba por llegar al kilómetro de mi mayor distancia entrenada, y me decía "si llegas ahí, ya la hiciste Mini", también ya comenzaba a sentirme cansada y acalorada, el sol se sentía a todo lo que daba, llego un punto en el que ya ni la gorra toleraba, así que decidí quitármela, me ayudo bastante pues ya sentía dolor de cabeza. Poco antes del kilómetro 30 sentí el anuncio de un calambre en la planta del pie izquierdo, tuve que estirar los dedos mientras corría y me recuerdo mandando mensajes a mi cuerpo de "No hay dolor, no hay pretexto", funcionó. Pronto llegamos al puente atirantado que anunciaba la marca del kilómetro 30 que rápido la pasamos y entramos a la última recta, la Avenida Morones, a partir de ahí la porra se intensificaba, y las estaciones de abastecimiento eran cada kilómetro, en toda la ruta encontrabas bandas de rock, sonidos, grupos norteños, porras de grupos y clubes, batucada, animaciones. Pasé el kilómetro prometido y temido, en mi entrenamiento de mayor distancia (30k) no fue tan disfrutable, la pasé un poco mal, y sinceramente pensaba que tendría la temida PARED, pero no fue la ocasión.
En cuanto paso ese kilómetro mi mente de alguna forma se proyecta y cambia el enfoque aún más, me siento ya una ganadora y doy por hecho que lo lograré sin problema alguno, me comienzo a sentir tan feliz que sin darme cuenta todo el tiempo voy sonriendo, recuerdo a una señora lindísima que me dijo: "¡Qué bonita sonrisa hermosa, así debe ser, disfrutando!", pasando el kilómetro 36 me encontré a un Regio que me grita "¡Te ves entera Mini, esas son viejas chingau!" me levantó aún más el ánimo que en cuanto llegué al kilómetro 38 me sentía poderosa, comencé a acelerar, y decidí hacer mi cierre de carrera, Leo hasta ese kilómetro fue conmigo, pero ya no me aguanto el cierre y se fue quedando, entré al Parque Fundidora, y la emoción me embargo así como el cansancio, el sol se sentía tremendo, solo podía aguantarlo echándome agua todo el tiempo en la cabeza y pecho, comía naranjas que para ese entonces era lo único que me refrescaba en verdad. Subimos un pequeño puente dentro del parque y dando vuelta visualicé el horno 3, me embargo el sentimiento y comencé a llorar, me puse los lentes y pronto llegué al kilómetro 40, vi al fotógrafo y posé, continúe corriendo, no me di descanso, me exigí aún cuando ya quería parar, recuerdo que me decía "¡Es el último esfuerzo, terminas esto y descansas lo que quieras!" rebasaba corredores, los alentaba, me alentaban, curioso, yo esperaba mucha porra en ese trayecto y no, estaba más vacío.




Llegué a la última curva que daba paso a la recta de la meta, di vuelta y de pronto ya me encontraba en la recta final, aceleré lo más que pude, trate de contener, no quería sentir golpe en la rodilla en el tramo final, el sol lo sentí más fuerte que nada, a los poco metros del arco estiré los brazos, sonreí y llegando al primer tapete di un micro brinquito y lo primero que me salió fue un sincero "¡A HUEVO, LO LOGRÉ!" enseguida me invadió un llanto fuerte que no pude contener, me sentía tan feliz y aliviada, había concluido el reto... "¡ME CONQUISTÉ DE NUEVO!"


Quiero agradecer infinitamente a mi familia que en todo momento me apoyó, a mi parejita de vida que siempre me motivó, y ya en la carrera me cuido y procuró mucho, me marcó el paso, un buen trayecto, entendió que no estoy como antes y lo entendió.


¡¡LOS AMO!!



Así nos amaneció Monterrey el lunes
El Cerro de la silla por fin se dejó ver.


Esperando para el Paseo Santa Lucía
Aquí vamos por Santa Lucía


Las esculturas donadas por los artistas.
Los puentes peatonales que cruzan el canal artificial.


El palacio de las RATAS, según los Regios.
El muro de agua.


Venecia dentro de MTY
¡¡Ándale Leo, vamos a comer!!

La fuente de Neptuno y el León
 


El árbol navideño multicolor en la plaza de los dos museos.


Muro de Agua nocturno



LUMINASIA

Hasta pronto Monterrey ¡¡GRACIAS!!

¡Hola Ciudad de México!

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