miércoles, 15 de octubre de 2014

Lo que descubrí y vi en Septiembre mientras me preparo para el reto.

Después de la convocatoria que lanzó Verónica Velázquez en tuiter y en su fan page de fotografiar todo el mes mientras sales a correr, todo con la intención de activarse más a partir de un compromiso divertido como lo es el tomar fotos, me animé más a hacerlo, en primera, porque recién regreso a entrenar en forma continua después de meses interrumpiendo la actividad que tanto gozo, regresé no con la continuidad que quisiera, no por falta de ganas, si no porque apenas me autorizaron a correr pero de forma muy mesurada y más por el reto que tengo dentro de dos meses. Y en segunda, porque tengo la costumbre de tomar fotos de todo lo que me gusta y desde hace tiempo quería armar un álbum de todo. Y por último porque me pareció excelente la idea y más el significado que está tendiendo porque estoy experimentando una forma de ver las cosas y quiero compartirlo.

No es mi boom, pero amo correr y por eso vale la pena
encerrarme un rato por aquí.
Y bien, después de tanto drama, porque me armé tremendo drama por no poder correr completo el Maratón de la Ciudad de México, se me bajaron las pilas tremendo y ya después de ahogarme un rato en el vasito de mi desgracia, me relajé y así comencé a sanar, hasta este mes de septiembre que no he parado de entrenar pero en forma diferente, pues no corro diario, porque aun no estoy al cien por ciento, y comencé haciendo una o dos sesiones de corrida a la semana y aplicando el método Osler comencé en septiembre 13x2 minutos de trote-caminata y he ido aumentando los periodos de 27x3 lo que va de octubre y así también por amor a la sensación que me da el correr busqué alternativas de entrenamiento, muy a mi pesar entré al gimnasio -no es mi boom pero hasta el gusto le estoy tomando, pedí asesoramiento específico a mis necesidades, hago caminata rítmica en lugar de correr o hago elíptica en el tiempo estimado que debe tener una sesión aeróbica de recuperación de las distancias (de 30 a 45 minutos), hago estiramientos, tomé una clase de yoga y en base a esa enfoco ahora mis estiramientos.

Y bueno, controlando el ímpetu que puede dar el quererse inscribir a más carreras a riesgo de que me saquen del plan y me distraigan del enfoque del reto, concentrándome por completo en cuidar las piernas y fortalecerlas, luchando mentalmente con el miedo al dolor, recuperando de a poco la seguridad de poder hacerlo sin sentir molestia y sin recaer, aprendiendo a escuchar al cuerpo en cada sesión tanto de carrera como de las actividades alternas, así va mi entrenamiento paso a paso.

Lo cierto es que el auto frenarme ha sido todo un reto para mí, así como una gran enseñanza para valorar el hecho de que estoy corriendo, lograr darle en cada entrenamiento un significado diferente a lo que veo, oigo, huelo a paso lento y aprendiendo a disfrutarlo y más cuando ahora es a mí a quien animan los más veloces y eso se agradece tanto.

Y ASÍ COMENZÓ LA NUEVA VISIÓN...


Un día mientras estiraba al final del entreno me llamó la atención una hormiguita muy trabajadora y empeñosa, lucho por un buen rato el cargar el palito y me hizo pensar, ¡¿cuánta gente desgasta energía y vive al pendiente de si hizo o no el de al lado su trabajo o lo quesea?!, en lugar de empeñarse por el propio y celebrar sus propios logros. Me admira cómo un ser tan pequeño y sabio se empeña en su propia labor de forma tan exitosa, calladita y eficiente...


Después de correr la distancia que pude en el Maratón de la Ciudad de México y darle y un descanso de una semana a las piernas, de acuerdo al programa me tocaban 11 kilómetros, y me dispuse a cubrir la distancia en el renovado Bosque de Aragón, no había ido desde marzo y tenía duda de ver qué tal había quedado. Y más que genial la sorpresa, me encontré con un gran ambiente por gente sonriente y feliz y muy generosa pues me brindaron hartas porras en mi trayecto y una gama de imágenes entre nublados y uno que otro rayito de sol acariciando una brisa fría que se agradecía tanto al esfuerzo.

Las parvadas jugando y volando a su antojo
Un pino me saluda mientras yo estiro
Al son que marcaba el aire el sol y las  nubes bailaron.
Decidí tenderme en el pasto verde para disfrutar un ratito el ver pasar las nubes, y...
 ¡oh sorpresa! ¡Houston, tenemos "pobemas"! ¡¡Mi calceta termino por romperse!! ja, ja, ja.

Y en descanso activo desde casa, recién que extendí mi tapete y me disponía a una sesión de estiramientos y fuerza, me encuentro con una distinguida visita revoloteando a mi alrededor, hasta que decidió pararse en la ventana a acompañarme.


Y después de la emocionada de correr 23 kilómetros en la fiesta del Maratón y de sentirme poderosa y creer que "ya la armé" e irme al Bosque de Aragón emocionarme de nuevo y exigir de más a las piernas, obvio, las cargué de esfuerzo y se hizo sentir la dolencia, así que tuve que descansar de trote, pero sin perder el ánimo me dispuse a cubrir la distancia caminando en Viveros, me encontré con cosas más bonitas que alientan el alma, ese día fue frío y con llovizna, terminé mi distancia y decidí estirar un poco y cuál va siendo la sorpresa que me encuentro con una clase de yoga, con poses rudas y un profesor guaperrimo, de lejos se veía ya entrado en años pero muy conservado, un cuerpo envidiable y proyectaba gran ánimo a sus alumnos. Y así, ese día estuvo lleno de sorpresitas lindas en Viveros, descubrí la calle Fresnos dentro de Viveros que es un pasillo hermoso y socialicé con las ardillas...
Clase de Yoga con el instructor guapísimo y muuuy bien conservado
Ardillita
más ardillas...

Y más ardillitas...

Calle de Fresnos
Y más ardillitas sociables...
Al regresar a casa un amiguito nos visitaba.
Con la rodilla más recuperada me dispuse a cubrir la sesión aeróbica y me encuentro con mi perrita tan cómoda y conchuda trepada en el sillón, le hablaba y era tan profundo su sueño que ni siquiera despertó. 
Vivi dormida plácidamente y completamente perdida.
Finalmente llegó el kit que gané de Monterrey, y parece que celebró todo al rededor ja, ja, ja, pues tenía un buen rato que no aparecían los "Momentos mágicos" de mi rincón favorito y preparándome para una sesión de descanso activo me encuentro con la otra sorpresa.
Kit que gané del Maratón Monterrey
Momentos Mágicos.
Rumbo a viveros para la distancia de 14 kilómetros, aún corriendo a un paso de tortuga y con cierto miedo de recaer, pero más animada pues el día anterior había tomado mi primera clase de Yoga y me entusiasmo mucho, pues me sentí muy bien, no me costo trabajo la elasticidad, claro era para principiantes, pero algo me decía que esas sesiones de estiramiento del tocho, la danza en mi tiempos mozos pues de algo han servido, pude con la mayoría y me hizo sentir genial. Así que ya de camino hacia viveros me encontré unos lindos gatos acurrucados y somnolientos muy concentrados en su propio descanso, me parecieron muy lindos. Por cierto, en cada distancia sigo aplicando el método Osler.

El BBtuti me inscribió a la carrera Simi y yo más animada decidí caminarla-trotarla, así que nos dispusimos a recoger los paquetes en el Museo del Cárcamo, nos fuimos ya tarde, y aprovechamos ya que andábamos por Chapultepc y estaba tranquilo y rico el clima, paseando por el lago y los jardines pude ver cosas lindas...
Una tortuga a la orilla del lago, era curioso ver que alzará sus patitas traseras, como si no quisiera mojarse.
La tortuga y palomas emprendiendo el vuelo, la foto fue accidental, la tomé más a sentimiento, el sol no me permitía ver.
En esta se aprecia mejor las patitas al aire de la tortuga.
Me gustó ver de lejos al dueño de los perritos y sin darme cuenta tomé al revés la foto, ya cuando la descargué la giré pero pierde su efecto, así que preferí dejarla tal cual, me gustó mucho.
Un perrito con huesito feliz, sin pensarla más corría al lago a rescatar su pelota.
Rescatando la pelotita.
Decidimos vegetar un rato en un prado lindo, según yo a estirar, aquí ente nos, me dio flojera, y solo me descalcé y disfruté el momento con el BBtuti.

Así cluyó Septiembre, al día siguiente fui a la carrera Simi, la caminé y la troté, me deleité con la ruta sencilla y las fotos de exposición a lo largo de la avenida Reforma, me echaron porras, me dejé alentar y orientar en los últimos dos kilómetros por un amable corredor que me ayudo a mejorar el paso. 

Aún resta parte de octubre, noviembre y 13 días para Diciembre, hay tiempo para seguir aprendiendo a paso lento, el reto no es el tiempo, hoy no estoy nerviosa, y tampoco dudo el terminarlo, sé que lo haré, no importa el tiempo el punto es conquistarme de nuevo.

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