Recuerdo con nostalgia encariñada esas posadas navideñas de mi niñez, tuve la buena fortuna de vivir lo que era la tradición de ellas, Si, aún cuando evidencie la edad -jajaja-. No puedo negar que pertenezco a esa generación de los 70´s, en la que nos toco el inicio de la libertad y cierta represión, combinada con libertad controlada. Podría decirse que el inicio de la contradicción de la generación un tanto caótica y llena de libertades e información, que puede ser ahora.
Volviendo al tema, me toco vivir esas posadas, en las que en la calle en la que vivías se organizaban los vecinos y a cada uno le tocaba una fecha, nos cooperábamos para adornar la calle, ¡era genial! Pues eramos muchos chiquillos y todos bien portados, algunos eramos de esos que nos asustaban aún con la leyenda del "coco o el tlacuache" -jajaja-. Recuerdo a la Señora Florencia (la del catecismo), que era la que dirigía la letanía por la calle, todos con abrigos y chamarras y nuestra velita o luz de bengala y cantando "Ora pronovis" o en el cambio acomodado por nosotros: "Ora por dondis", -jajaja-. El canto lleno de risas, seriedad y completo desentono, finalmente cuando nos daban posada, nos encontrábamos todos ansiosos por romper la piñata, pero aún no era el tiempo, -¡oh sorpresa!- (a decir verdad, ni tanta sorpresa había, pero teníamos la esperanza de que a los adultos se les hubiera olvidado) nos hacían rezar el rosario. Recuerdo esas miradas entre nosotros de desesperación, por que se nos hacía eterno. Y finalmente el tan esperado "¡¡AMEN!!" -jajaja-. Así que salíamos los niños al patio del anfitrión, a formarnos para romper la Piñata, que en ese entonces solo eran de barro y te llevabas tremendos palazos en las manos al tratar de romperla, no faltaba la lady o el intenso que hasta el palo rompía. Y el clásico cantar "dale dale dale...etc"
Y cuando por fin la lográbamos romperla, también no faltaba el clásico que se quedaba parado o trabado por los acelerados que se apresuraban a apañar la mayoría de los dulces, fruta y restos que servían de canasta para recolectar el premio, que tiempos aquellos...
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