sábado, 3 de mayo de 2014

Una simple mortal

 Este año lo comencé con la idea firme de que en realidad entrenaría más y competiría menos, para lo cual tenía muy claros los retos que tomaría, sin embargo, me descubro un tanto disminuida en fuerzas y comencé no cumpliendo con un gusto-reto inicial (Trail Villa del Carbón), pues traigo las consecuencias del desgaste de mi primer maratón y la emoción posterior de sentirme muy poderosa y correr sin ton ni son; medio descansé un mes (diciembre) el cual no me fue suficiente para reponerme del todo y entrando enero aún con dolencias soportables, comencé a entrenar para el segundo objetivo en la mira, 2do. Eco Maratón Tajín.

Había quedado completamente enamorada de esa experiencia el año pasado y quería repetirla, me llegué a plantear tomar como reto la prueba reina, pero al verme medio lastimada y ya inscrita al Maratón de la Ciudad de México, me dije: es uno u otro, recordé lo demandante que fue el medio y pensar en que sería lo doble de demandante, me replanteé el objetivo, así que decidí ir de nueva cuenta por la distancia media.

Estaba muy entusiasmada, obtuve un buen descuento en la inscripción por ser corredor leal (regresar al evento), cuando solicité la cuenta para hacer el depósito de mi inscripción fueron muy atentos y pacientes al escuchar mis criticas y sugerencias, prometieron hacer mejoras y yo les creí.

Comencé mi preparación al reto, retomando esta vez desde el inicio el programa que llevé la vez pasada, en esta ocasión lo cumplí de principio a fin, con las faltas obligadas por una pequeña enfermedad estomacal, una gripita y mi vieja y molesta lesión que no me deja, en esta ocasión no logré hacer las distancias, pero sí hice todos los días de fuerza, en las estadísticas personales me veía mejoras, a pesar de mi achaque post maratón, me entrené casi en media mañana recordando el calor intenso que se siente, trataba de estar en la hora en que hay el riego en viveros para simular la humedad y que mi cuerpo logrará acostumbrarse a esa intensidad.

Creo que proyecté tanto mi entusiasmo que vendí la idea de aventura a más de dos amigos. En esta ocasión viajaría sola, pues mi pareja de vida y aventuras estaba por operarse, así que no podía comprometerse, me hice a la idea y comencé los preparativos de planes para el reto. Estaba por concretar la compra de un tour deportivo cuando me habla uno mis amigos para comentarme que siempre sí iría con todo y familia, que había conseguido habitaciones a muy buen precio y me invitaba a viajar con ellos, a lo cual accedí, porque he de ser sincera, esta vez tenía miedo debido a la inseguridad.

Y así pasaron los días y semanas y meses, y la fecha prometida estaba más cerca, y yo seguía tan entusiasmada que también contagié a mi familia, y cuál va siendo la sorpresa que también mis padres irían, yo obviamente me puse más que feliz.

Faltando tres semanas para el evento, estaba a punto de cancelar todo, debido a trabajo justo un día antes de la carrera, y como suele pasar en momentos en los que te sientes entre la espada y la pared, te surgen mil y una opciones de soluciones, y la más lógica y viable era no ir, para lo cual mi pareja de vida y aventuras me sugiere, "No, no dejes de ir, yo te puedo cubrir" y yo con temor y emoción acepté, lo comencé a preparar, contrate más personal e hice preparativos necesarios para dejarle todo listo.

Y así llegó el día en que viajaríamos, nos fuimos desde el viernes para viajar de día muy tranquilos, ya que recordaba una carretera complicada, llena de curvas y con niebla, hicimos las paradas necesarias, una escala al trabajo de mi padre en Pachuca, desayunar, una escala técnica para arreglar la refacción, gasolina y finalmente llegamos a Poza rica por ahí de las cuatro de la tarde, la última escala a cambiar el pants por el short porque ya se sentía el calor a todo lo que daba, 45 minutos después ya estábamos en Papantla, durante todo el trayecto fui tomando fotos, me emociona todo y quiero guardar imagen de recuerdo.

Llegamos al hotel "La Quinta de los Leones" Una casona viejita, rústica adaptada para hotel, con decoración de muebles antiguos como un piano que no supe si toca o no. El hotel está a unas cuantas calles del centro, justo atrás de la Iglesia de Cristo Rey, que data de 1950 construida por el presbítero Pedro Onórico y tiene una arquitectura con influencia gótica. El hotel es sencillo y con muy buena atención, muy abiertos a esperarnos a los corredores para poder regresar y desalojar después de la hora en que manejan la entrega de las habitaciones en la ciudad. Un acceso arbolado nos da la bienvenida y un vestíbulo que hace recordar la arquitectura vernácula, el acceso a este de día es amable no tanto de noche, pues sí impacta su oscuridad, cuenta con estacionamiento y finalmente cumple ampliamente el objetivo al que íbamos.



Decidimos ir a comer antes de registrarnos, además estaban haciendo adaptaciones y decidimos esperar, así que aproveché para llevar a mis padres a la pequeña "antojería El Memín Pinguín" que visité el año pasado, comimos los deliciosos tacos de pollo con frijoles y su salsa picosita acompañados de una refrescante agua de jamaica, como a mí, también les encantó. Posteriormente regresamos al hotel ya a descansar, no antes sin darnos una gran perdida entre las calles de la ciudad, finalmente llegamos y pedimos ahí mismo la cena (café y pan). Ya entrada la noche finalmente llegó mi amigo con su linda familia, nos saludamos y nos fuimos a descansar para prepararnos para el día siguiente. Cabe mencionar que en esta ocasión los residentes de Papantla estaban más informados del evento y es tan lindo pasear por el centro y que reconozcan que eres corredor y te den la bienvenida.


Ya era sábado, y todos decidimos ir a desayunar al mero centro, en lo que esperábamos la entrega de paquetes, desayunamos en unos de los restaurantes frente al kiosko, observando el ritual de los voladores que hacen cada hora en el atrio del la Catedral de Papantla, hicimos mucho tiempo paseando por ahí, comprando artesanía, platicando con los voladores, visitando la Catedral, tomando muchas fotos y vídeos, visitando la expo del Evento, tomando nieve y lo que se nos ocurría en lo que daba la hora para la entrega. Cuando finalmente dio la hora, encaminándome para el Palacio me he llevado un susto tremendo, pues unos minutos antes asaltaron la tienda Copel y los policías salieron a corretear al delincuente con arma larga en mano, a fin de cuentas no lo atraparon, pero sí nos metieron un gran susto a más de uno.




Finalmente comenzó la entrega de paquetes, se complico, ya que era forzoso entregar la cédula (obviamente) y copia del IFE, a lo que muchos alegaron que eso era nuevo y no se valía, pero estaba publicado en la guía del corredor, así que había que ponerse al día. Hasta ahí, todo iba bien, ya comenzó la entrega de tu número y chip, la solución rara a mi parecer fue cuando te indicaban que recogieras la playera hasta la expo, que la habían ubicado una calle después de la Catedral, mucha vueltas para mi gusto, pero finalmente esta ocasión sí me aseguré de que mis datos fueran los correctos (ya que la vez pasada el tour que contraté se equivocó en varios de mis datos, y gracias a ellos perdí mi premio de 3er lugar en mi categoría), Ya que había terminado todo eso, se avienta la puntada APENAS la organización de anunciar la aportación a la zona arqueológica de Tajín al contratar la foto de meta a un excelente precio y con la obvia vanidad de corredor, ahí va uno a pagarla y una completa desinformación de dónde pagarla. Pero finalmente habíamos terminado y ya teníamos el día "libre".

Al menos mi amigo y su familia, yo tenía trabajo y desde Papantla tenía que coordinarlo, a lo cual se complicó todo, surgieron varias dificultades a la mera hora y yo con la tensión de andar hasta allá, fue un día completamente tenso, que finalmente con ayuda de mi pareja el equipo de trabajo que contraté y mis hermanos que también me apoyaron, todo salió viento en popa, ya no pude comer bien, aparte de que todo estaba lleno, en otro restaurant había un servicio pésimo, y finalmente encontramos otro pequeño restaurant "Pipos" (es lindo, limpio, rico y el servicio se esmera con los comensales) que justo a tiempo llegamos ya que se lleno de inmediato, apenas y comí y regresamos al hotel para mantenerme conectada y seguir coordinando, así se me fue el día y finalmente terminó mi día a las 11:00 pm y pico, medio cené y hasta después de la media noche comencé a preparar lo del día siguiente, me dio la una y pico y yo apenas acostándome, claro, ya llevábamos una hora perdida por el cambio de horario. Me relajé y traté de enfocarme y descansar.

Desperté justo un minuto antes de la alarma, me despabilé y comencé a prepararme, salí al pasillo del hotel y comencé a estirar en lo que esperaba a mi amigo y su hijo, avisé a mi papá para que nos acercará a la calle que da directo al Palacio desde la Avenida Madero, ya de ahí habíamos acordado que nosotros trotaríamos aprovechando para calentar y que la familia se fuera de inmediato a Tajín para evitar el congestionamiento vial en el centro al cierre de las calles.

Charly, George y Mini
Súper Sam
Llegamos justo a tiempo, la gran diferencia de con mi parejita de vida y aventuras, que nos paseamos y tomamos fotos de todo, entramos al corral, y casi en seguida anunciaron que aplazarían la salida, motivo que nos dieron fue por la oscuridad, a lo cual todos protestamos y a tres minutos ya estábamos  corriendo por la ruta, de inmediato sentí el calor, no solo por el clima sino también el esfuerzo de las primeras pendientes, me enfoque y comencé a hacer mi carrera, pronto me alcanzó mi amigo y ya estábamos corriendo juntos, en la primer cuesta abajo comienzo a escuchar un grito "Venga Miniiii" volteo y encuentro a la Súper Sam saludando y rebasando a todos los corredores, incluyéndome, para no variar iba tendida, es una gran corredora, posteriormente en la ruta la volví a encontrar y ahí sería la corredora número 10, aproveché para alentarla a que luchará por otro podium.

Moy
Seguí mi carrera, checo el reloj y el tiempo marcado en el tatuaje para ver si iba con el plan "guajiro" de la carrera (tatuaje Yanks México que había solicitado una semana antes), busco marca de kilómetro en la ruta y no la encuentro, pensé: seguro por la emoción se me paso, continúe corriendo, llegamos a la entrada a la carretera en donde hay unas bajadas increíbles y con una vista hermosa, esa parte es muy rápida y emotiva, le anunció a mi amigo, prepárate, que vienen unas bajadas muy buenas, por cierto, aún no veía marcaje de kilómetros, me adelanto unos metros de mi amigo, y continúo mi carrera, cuando nuevamente me sorprende el saludo de otro corredor: "Esa Miniii, dale duro" volteo y descubro al lindísimo Moy, que me estaba alcanzando, nos saludamos y continuamos juntos unos cuantos kilómetros, platicamos durante la bajada y compartimos varios kilómetros mis dos amigos y yo, así llegamos a la separación de las rutas de los de 10 kilómetros con el Medio y Maratón. Y aún no veía marcaje de kilómetro.

En la carretera que tomamos los de la media distancia y la reina se siente el cambio de terreno, y las subidas y bajadas son menos rudas, pero más de 10 kilómetros está lleno de columpios, además se siente mucho más la humedad. Seguí corriendo, pero ya enojada, porque aún no veía marcaje de kilómetro (primer error), no tenía idea de cómo iba, paramos en la estación de hidratación al parecer era el kilómetro ocho, y ya estaban con problemas de abastecimiento, se tardarían más de medio minuto en darnos agua, me seguí y me enojé más, veía el reloj y el tatuaje que marcaba el ritmo a seguir y daba lo mismo, continuaba sin tener idea de cómo iba, trate de enfocarme, y llegué al paraje que recordaba tan emotivamente, pues el año pasado me saco las lagrimas de verlo y sentirme tan viva en ese momento, lo triste en esta ocasión fue que no me inspiró lo mismo, estaba enojada y decepcionada, no lograba enfocarme, no estaba fluyendo en la misma forma que la vez anterior.

Hice distancia de mis amigos, ya me había adelantado y no escuchaba sus pasos, traté de distraer mi mente viendo el entorno, y me despertó de mi letargo amargoso el fuerte aroma a fogón y establo, escuchaba mi música de fondo (segundo error) y continué mi paso tratando de enfocarme, finalmente, quizá estaríamos cerca de la mitad de la carrera y aún no había marcaje, así que lo más seguro es que no habría en lo que faltaba.

Llegué al retorno marcado para los del Medio Maratón, que me vine a enterar hasta que publicaron los resultados que era el kilómetro 11, pregunté a los voluntarios en qué kilómetro nos encontrábamos y no supieron decirme, (me volví a enojar). Ese fue el punto mayor de frustración, sabía que iba más lenta, me sentía muy acalorada, la humedad me molestaba mucho, no estaba disfrutando tanto el correr, me presionaba ver que no estaba cumpliendo con mis propias expectativas, y me sentía engañada.

Traté de relajarme, y comencé a platicar y animar a cuanto corredor@ con quien compartía tramos, recuerdo que les preguntaba si era su primera vez en esta carrera y les advertía del demandante final, encontré una corredora que traía un paso excelente, me le pegué un rato y platicamos, ella también estaba muy enojada, nos acompañamos en nuestra propia frustración y nos o al menos me ayudo a desahogarme y enfocarme, ella decidió apretar el paso y me invitó a seguirla, recuerdo me dijo: "¡Jálate amiga, vamos!" Y confieso, que me dio miedo sufrir, me sentía ya cansada en ese tramo, estaríamos como por el kilómetro 13 y pico y le dije, "no te voy a aguantar el ritmo amiga, me voy a quemar antes, trato de seguirte" (tercer error). Me respondió: "Venga, nos vemos en la meta" y así fue, la encontré en el retorno del kilómetro final y nos echamos porras mutuamente. Ahora pienso, con el clásico e inservible "si me hubiera" aventado quizá al menos el mismo tiempo del año pasado podría haber logrado, pero obvio, nunca lo sabré.

Marie "Hada Makis"
 Se alejó, y dejé de verla, tardé un poco en concentrarme en comenzar a disfrutar, hasta que encontré en la ruta a otra amiga, a la linda y aguerrida  Marie "Hada Makis", en cuanto la vi sentí mucho gusto, y comencé a gritar, me saludo y regaló una foto de ruta, ahí me dije, "¡a darle, vamos a disfrutar!". Continué corriendo y encontré más adelante a mis amigos que había dejado atrás, los animé y poco adelante vi al Doc Cruzado y lo saludé, comencé de nuevo a hacer mi carrera, me fijé de rabbit a una chica que nunca pude alcanzar, me cansé y llego un momento en que mi cuerpo y mente se cansaron todavía más, calculo que sería por ahí del kilómetro 17, paré un momento y me sentí tentada a caminar lo que restaba, me dio coraje conmigo misma, y me obligué a seguir corriendo, retomé de nuevo el ritmo, sin embargo mi mente me decía "ya no quiero correr", alcancé a visualizar la vuelta que da a la entrada a la zona arqueológica, y me dije, "ya la hiciste", faltarán dos y pico kilómetros, seguí corriendo, pero ya iba con rictus de cansancio y dolor, al menos eso imagino, pues me alentaban animosamente las personas que estaban ahí.
Mi foto de ruta, regalo de Marie
PATA
Ya en la recta a la entrada a Tajín, estaba a punto de parar de nuevo y me recuerdo haciendo caras de dolor, cuando de repente veo en la ruta a mis padres tomándome una foto y mi Pata corriendo y gritando "¡Vamos Miniiii!", así nuevamente me obligué a no parar, más por la pena de que me vieran caminar que por la garra de continuar. Llegué a la calzada de acceso de la zona arqueológica, había mucha porra, se sintió el cambio de terreno a tierra y pasto, recordé la vuelta engañosa cuando ves el arco de meta, esta vez no me dejé llevar, en seguida de esa pequeña vuelta entramos al doloroso camino de piedras, que me pareció eterno, no le veía el fin, los tobillitos de trapo dolían muchísimo, ahí me quejaba como es natural en mis últimos tramos en cada carrera, me recuerdo orando "¡por favor Dios, que ya llegue el retorno!", ya quería parar, traté de enfocarme en las pirámides para distraerme del cansancio y dolor, pero no hizo efecto esta vez, finalmente llegué al retorno, y en cuanto di la vuelta, no sé qué paso, y no sé qué hice para ese cambio, pero comencé a acelerar, me sentí más animada y dejé de sentir todo el pesar. comencé a rebasar corredores, y el regreso lo sentí pequeñito, pude ver el arco de meta y el camino que lo guiaba, di vuelta, aceleré un poco más, vi una corredora que pensé me taparía mi foto de meta, y me dije, "bueno, ya no hay nuevo RP, al menos llévate una linda foto de meta"; recuerdo que alguien me decía desde las barreras, ¡vamos cierra, cierraaa!, y le hice caso, cerré con sprint que me valió rebasar por varios metros a dos corredoras, ahí me gané mi noveno lugar en mi categoría, en la pequeña recta a la meta alcé ,los brazos, amplíe zancada, sonreí y recuerdo haber gritado un azotado ¡SIIII! cuando crucé el arco, paré mi reloj y me dirigí por mi medalla aún trotando y mareada, que sino me agarro de la señora me caigo, por cierto, ese mareo me duró todo el día.
La foto que tomo mi padre y yo con rictus dramático

George y Mini presumiendo medallas

Llegando a la meta

Ya había dejado atrás mi amargoso existir, dejé de sentirme enojada, vi mi medalla, familia y amigos y me sentí contenta, pero eso sí, muy, pero muuuy cansada y adolorida, con trabajos fui por un masaje a mis pies que me vino muy bien, nos fuimos al hotel, ya no pudo mi Pata ir a la zona arqueológica que es tan bonita, ya en el hotel me bañe rápido, empaqué lo que hacía falta, comí lo que prepararon para aguantar hasta comer bien, y nos fuimos a la playa, comimos ahí, bebí un clamato con cerveza, me quedé dormida un rato frente al mar, me quemé los pies con la arena, los metí al mar, nos tomamos fotos y pasamos toda la tarde ahí, casi hasta que comenzó a refrescar, nos toco un excelente día y clima. Decidimos pasar la noche ahí y los llevé al hotel en el que me quedé 12 años atrás cuando viaje de mochilazo por allá.

Mi porra



Al día siguiente había entrado un norte y amaneció lloviendo, regresamos a México en una odisea total por el Cofre de Perote, terrible y muy descuidada la carretera, no sin antes parar a desayunar en la costa esmeralda, muy rico por cierto. Ya había oscurecido cuando llegamos a casa sanos y salvos, quemados, adoloridos, asustados, paseados, contentos, frustrados, con tobillos súper hinchados, pero alegres de esta aventura y con muchas enseñanzas.


¿Qué aprendí?...

* Hay prioridades en la vida, respétalas.
* Me fijé metas muy altas, que no estoy ni cerca de las condiciones anteriores, para cuando menos, lograr las marcas, ser honestos con uno mismo.
* Me tengo que atender las lesiones, que aún cuando he fortalecido no me permiten tener el mismo desempeño.
*Aún cuando la organización tuvo muchas fallas nuevamente, no tienen la culpa, aunque sí influyo en mi desconcentración, pero hasta eso es mi responsabilidad.
* Aunque el correr son metas "secundarias", que de una u otra forma te ayudan a proyectarte en tu vida, es solo eso, metas deportivas, distracción, no tienes por qué sufrir, si las cosas van mal, aprende a reaccionar en forma positiva, y detecta lo más rápido posible lo positivo del momento, o lo que es lo mismo: Al mal tiempo, buena cara ¿qué no?
* Casi siempre tengo esa palabra de "FLUIR" y esta vez que era un gran momento para hacerlo, no lo hice, lo olvidé por un largo rato, lo cual me valió sufrir.
* Ya sentí dolor, y tengo miedo de sentirlo de nuevo, no al malestar que sentí en esta carrera, sino en el del Maratón, no logro superar eso y cambiar de página. Hay que trabajar con eso, pues me está frenando a superar los retos.
* Creo que esto que viví es un gran momento para retomar las bases y no darle tanta importancia a los hábitos que vas adquiriendo (música, crono, tecnología, clavarte en tiempos y ritmos) después de todo, para correr lo que necesitas son sólo tus piernas y tus ganas de disfrutar.
* Tengo que trabajar de nuevo en encontrar la forma de traer ese ser que logré ser para el Maratón, lo atesoré tanto que no lo dejó salir de nuevo.

Y pues supongo que al paso del tiempo iré reconociendo más cosas, por lo pronto, esto me enseña que solo soy una simple mortal en lucha por lograr cosas extraordinarias que la llenen cada vez más.


1 comentario:

  1. hola me gusto tu historia, bonita experiencia... es bonito conocer personas que tambien les gusta correr... espero puedas asistir a la 3a. edicion, estamos a pocos dias...que emocion....

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