miércoles, 28 de julio de 2010

El encuentro con el ser egoísta que soy...

No sé cuántas entradas tengo como borrador, he estado viniendo de vez en vez por aquí, pero solo inicio y no concluyo mi idea, porque me invaden otras y terminan por abrumarme y termino cediendo en el intento.

La verdad es que tengo tantas cosas que decir, pero los últimos 30 días han sido de un shock tremendo para mí, no solo por el hecho de que recientemente fue mí cumpleaños, cosa rara, no suele impactarme esa fecha, sin embargo, creo que estoy teniendo la crisis de los habituales 30´s, a esto súmale situaciones de hartazgo en mi entorno y mí vida personal, incluso laboral...

He estado pensando y siendo honesta a veces extraño mucho mi juguete (k-fetazo), y me ha sido complicado el acelerar mí proyecto, que por lo mismo puedo imaginar que estoy teniendo una cierta crisis de frustración, las que todo soñador y emprendedor se enfrenta, más la crisis de identidad de buena vibra que me he empeñado en tratar de que predomine, según yo por no hacerme daño, no sé si llamarlo destino sea una buena opción pero ahora me siento más convencida de que no es tan confiable o quizá uno no es confiable para sí mismo, por eso decide por ti, puede ser eso, no lo sé en verdad... Solo tengo claro las situaciones que me confrontaron esta vez, no las describiré con detalle, solo me enfocaré en lo que me hicieron dudar y meditar.

El matrimonio... Nunca fui la clásica niña que soñara con casarse de blanco, tener la familia enorme y quedarme en mí casa a esperar a mí marido para apapacharlo, de pequeña siempre tuve muchas muñecas pero yo solo las peinaba e invitaba a mis amiguitas para repartírselas y salirme a jugar con los niños a los clásicos juegos de varones, fui machorrona dirían en aquél entonces, esa fui yo... Desde pequeña tuve mis propias ideas, las expresaba poco, porque era la rara por lo general, y mí espíritu fue opacado en cierta forma por mí familia (no es reproche, por si lo llegan a leer, es solo que no tenían idea de lo que yo era capaz, si ellos no la tenía yo menos) hasta que se dio la ocasión de probarme a mí misma y me descubrí finalmente, acto seguido me harté de ser lo que los demás querían, así que tomé mi primera decisión egoísta “solo para mí”, dejé de preguntar y solo me puse a trabajar en mi meta recién planteada, comencé a mostrarme justo como era y sin tapujos pronuncié mis ideas tan alto como mí gente lo soportaba, así comenzaron a reconocerme y a respetarme.

La maternidad… Ese instinto y deseo de realización de ser madre, nunca lo he sentido, quiero pensar que me sentí satisfecha con lo que experimenté al cuidar a mí hermanito, que parecía más un juguete para mí. Ya en mí nueva etapa de descubrimiento me cuestioné el concebir un hijo yo sola sin la necesidad del padre, y puedo tratar de entender pero más respetar a las mujeres que por el deseo de realizarse lo hagan, aún así no comparto su pensar, creo que es un acto un tanto egoísta el privar de la figura paterna intencionalmente tan solo por realizarte, además tampoco creo en la idea de realización como mujer al concebir un hijo, se da por naturaleza de nuestro género, es innegable, pero me cuestionó si la cultura pesa tanto como para adaptar todas tus ideas e impulsos a ella, no lo podría explicar, porque como ya lo había dicho no me ha surgido la necesidad de ser madre, ni puedo entender esa necesidad, así que para no insultar a almas sensibles es todo lo que hablaré referente a ese tema de maternidad impuesta por género. La maternidad para mí no ha sido una idea a la que me niegue, pero creo en la concepción planificada y en un entorno idóneo de pareja-padres, en la cual ambos nos encontremos en el más óptimo estado físico, emocional, económico y sobre todo enamorados y deseosos de ese hermoso ser, de lo contrario no me apetece la experiencia. Y menos por las clásicas ideas como: "al menos que tengas a alguien que te acompañe" me parece tan retrógrada esa idea, qué culpa tiene la criatura de nuestra soledad no?... Finalmente ese ha sido mí pensar respecto al tema.

He decidido explicar mí pensar respecto a éstos temas, porque éstos precisamente me han puesto en jaque estos últimos días, solía tener mis ideas muy claras, hasta que me ví en la posibilidad de ser madre, y lograron que se me moviera por completo mí mundo, me vi confrontada con la realidad de ser una madre soltera, de no sentirme lista en ninguno de los aspectos que me había impuesto para dar ese paso, de sentir recelo a mi mundo y mis sueños al posponerlos por el hecho de ser madre, de no querer al padre cerca de mí y mí hijo, al cuestionamiento moral al tema del aborto, y a la ilusión que se despertó muy dentro de mí al verme en la posibilidad de ser madre y poder ver y sentir a ese ser de mí.

Finalmente todo fue una falsa alarma, que dejó secuelas de confrontación en todo mí pensar y planteamiento de vida. Lo platiqué con quien creí podría entenderme, pero no lo entienden por completo, pues al parecer tienen más desarrollado ese sentido maternal a comparación mía, sin embargo sentí su apoyo incondicional, finalmente eso es invaluable; por estas fechas llegó mi amigo "Loco" de España, al platicárselo me confrontó aún más, pues él es del estilo habitual que me suele dominar, exponiéndole lo que pensaba y a la vez de estar escuchando mis ideas y sentirme identificada con el pensar de él, me quedó más claro y me descubrí el ser egoísta que soy, siendo sincera conmigo misma, no soy paciente, me causan ternura los bebes y no negaré que cada vez que veo uno hermoso o que puedo cargar uno me conmueve y me llegó a cuestionar o a imaginar cómo será el mío, en realidad no es una idea negada para mí el ser madre, pero de verdad que sentí más el peso de perderme que de lo que podría encontrarme, quizá porque es la primera vez que me pasa esto, bien dice el dicho, siempre hay una primera vez y me toco experimentarla.

Ahora hablando de egoísmos, de verdad seré tan horrible como suena esa palabra, tan solo por reconocer el no querer un bebe en éste momento de mí vida y sin tapujos y arriesgándome a que me critiquen y me juzguen por mí desfachatez a cuestionar la cultura impuesta a nuestro género y muchas veces autoimpuesta y llevada hasta el punto de cargarle a ese ser nuestros propios conflictos no resueltos... ?
Quién es más egoísta?... La que toma como muleta un ser pequeño e indefenso para retener una pareja o la que disfraza su soledad y cobardía de enfrentarse a sí misma y ser su propia compañía...

No lo sé, quizá si soy una cobarde total al no enfrentar esa posibilidad de ser una pésima madre y dañar al bebe con mí egoísmo y conflictos emocionales aún no resueltos, o al no querer dejar mí tan apreciada y cómoda soledad para hacer y des hacer lo que me venga en gana... Lo único claro que me ha quedado con ésta experiencia es que soy un ser egoísta que aún no le apetece el concebir otro ser. Esa soy yo...

1 comentario:

  1. La vida tiene esos conflictos.
    Gracias por el anclaje.
    Por cierto me gutaria mantener amistad epistolar cibernética contigo.
    Tu blog es superinteresante.
    Hablaremos...........

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